martes, 3 de marzo de 2009

El Orgasmatrón, cerca de la realidad

Muchos recordamos la película Sleeper (1973) de Woody Allen, una película de ciencia ficción donde se decía que estaban en el año 2173. Ahí mostraban un artefacto, en forma de elevador, en el cual la persona que ingresaba tenía sensaciones sexuales placenteras, de allí su nombre “El Orgasmatrón”.

Después de 35 años de la producción de esa película, la tecnología ha revolucionado nuestras vidas, con los teléfonos celulares, la Internet, y cada día nuevos inventos que nos conectan más y más a un mundo digital. La vida diaria, todo lo que nos rodea, cada día cuenta con una dosis de tecnología más y más alta.

Y siendo el sexo un tema que mueve mucho dinero alrededor del mundo no podía ser la excepción. De esta forma, han surgido toda serie de simuladores, estimuladores, dispositivos y un sinnúmero de artefactos, algunos mecánicos, otros más digitales, para satisfacer la demanda del creciente público.

No pretendo opinar sobre el valor de cada uno de los dispositivos sexuales que están actualmente en el mercado, ni sobre el futuro de las relaciones sociales que éstos implican. Más bien quiero referirme a aquellas piezas que más me han llamado la atención, limitándome a describirlos y a explicar su operativa.

El Simulator. Cuando empecé a investigar sobre este tema, me sorprendí por la cantidad de nuevos productos. Éste es un vibrador que se conecta al computador mediante el bluetooth, y que entre otras cosas, permite que, a través de Internet, otro usuario pueda manipularlo a través de la correspondiente interfaz web, donde se muestra un gráfico del vibrador con los controles de velocidad y rotación. El fabricante dice que es ideal para parejas que están muy distantes. De esta forma el hombre puede estimular a su pareja a distancia. Lo que queda por preguntarse es, en este tipo de relación, dónde queda el placer del hombre, ya que el dispositivo parece solo diseñado para el bien de las mujeres. Cuesta USD 129.95, más gastos de envío.

El GirlsRainbow es un dispositivo que también se conecta a la Internet. Es similar al Simulator pero en este caso ambas personas reciben estímulos. Se necesita instalar un software especial, y el puerto USB hace el resto. El placer es para los dos y en tiempo real. Para la mujer han diseñado un vibrador, y para el hombre una especie de óvalo que simula el órgano genital femenino. Parece fundamental estar atento a la pantalla, para, según el video, ir encajando los momentos de placer con la pareja en cuestión. Lamentablemente la página solo está en chino, ni siquiera en inglés, así que más allá del video, es difícil entender los detalles del uso. Tampoco hay, a primera vista, formularios para pedidos, pero comentan que insistiendo se puede conseguir.

El Real Touch dispone de un aparato sexual femenino algo más sofisticado, internamente dotado de pequeños motores, que simulan las vibraciones vaginales durante el orgasmo. Está íntegramente hecho con silicona, y se recomienda utilizar un lubricante especial para asegurar el clímax. Por si esto fuera poco, viene con un sistema de calefacción interna, que pone el dispositivo a temperatura corporal. El paquete viene con una serie de videos adjuntos, especialmente diseñados, disponibles en la website del fabricante. Cuando el usuario se conecta, al mismo tiempo, se inicia una película porno, y uno puede ir manejando el aparato, al compás de las imágenes que va viendo. Uno puede sentir lo que está viendo, en primera persona. Cuesta USD149.95, más gastos de envío fuera de EE.UU.

El OhMiBod es un vibrador que se puede conectar a cualquier reproductor mp3, y de acuerdo a la música genera señales vibratorias diferentes. Utiliza 2 baterías AAA, así que es muy portátil. No necesita toma eléctrica. Está hecho con látex ABS y se declara antialérgico.

El HoneyDolls es, según mi punto de vista, el primer paso hacia los robots sexuales. HoneyDolls es una empresa japonesa que hace muñecas para la satisfacción sexual de sus clientes (de momento enfocado solo a la clientela masculina). Estas muñecas, según el fabricante, simulan en cuanto a apariencia, textura de la piel y movilidad, a una ser humano. Y así lo corroboran los clientes mediante los comentarios que han dejado en su página web. La muñeca esta dotada de sensores en las zonas erógenas, que al ser tocadas emiten voces. Las voces pueden ser personalizadas por el usuario a través de una tarjeta SD, que se inserta en la espalda de la muñeca. Esta muñeca dista mucho de las primeras muñecas inflables aparecidas a finales de los años 70’s. La textura de la piel es la misma que usan al reemplazar brazos o piernas mecánicas en cirugías, por eso su textura es tan agradable y no tiene el olor a plástico ni a silicona, tan típico de los modelos de antaño. Se pueden comprar las muñecas en varios tamaños, desde adolescentes hasta mujeres maduras. Y se pueden elegir diferentes tipos de facciones y tonos de piel, la raza que uno guste. Es bastante caro. La muñeca adulta cuesta €4520, gastos de envío incluidos, y una adolescente €3700.

En otra gama está el RedLight Center, un videojuego a medida, con imágenes en 3D, similares a las del SecondLife, pero en formato XXX. En este caso, en lugar de ingresar a la partida para vender o intercambiar ideas, aquí hay que simular relaciones sexuales. El jugador tiene que diseñar, al detalle, su personaje, incluyendo rasgos físicos e indumentaria. La interacción, como en el SecondLife, es a tiempo real. En la misma línea hay otros sitios web, pero ninguno con el nivel de RedLigth. Están también, por ejemplo, el Virtual Jena y el Egirl.

Hungría también tiene algunos sitios webs propios, en los cuales se puede comprar juguetes eróticos, del tipo del Fleshlight. Por ejemplo, Diamond, Erotissimi o Tabuteka. Lamentablemente todos para uso masculino.

1 comentario:

Alejo V. dijo...

parce, que se podia esperar de usted... tenia que meter el comentario de latin lover!!
abrazo y estan cheveres sus comentarios